[Bestiario.com] Letras enrededadas. Nudos de la literatura entre la red y el papel

LIMOSNA. Los mendigos piden en plena calle, pero sobre todo a la puerta de los supermercados y a la puerta de las iglesias. Saben que ahí está su público y ahí se apostan.

Jacinto Benavente, una antigualla, decía sin embargo sabiamente: "El diablo se ríe de quienes no dan limosna pensando que es para vino". Lo gordo es que muchas veces es para vino, pero eso no debe importarle al limosnero. Lo que hemos olvidado es que la limosna sirve ante todo a quien la da: el primer beneficiario es él, porque se desprende de algo suyo. Poco importa a quién dé.

Por eso deberíamos elegir, entre los mendigos y pedigüeños, a los más feos, a los más borrachos, a los que nos provocan mayor rechazo: entonces, la limosna queda desligada de todo sentimentalismo, de toda esperanza de recompensa, de toda sonrisa condescendiente.

[1] Medida. Siempre me pregunto dónde está la medida de una buena limosna. Hasta el día del Juicio no lo sabré: que si la cantidad, que si la intención, que si el momento, que si el qué dirán... ¡Ay, mi conciencia! ¡Quién me librará de ella!

[3] Si que hay recompensa. Pues sí que tiene recompensa la limosna. Mi padre le da todos los días unas monedillas a uno. Un día se dio cuenta de que no tenía para comprar tabaco y el pobre de la Iglesia le hizo un prestamo. Lo que hace el tabaco!!

[4] Mi madre sí que sabe.. Mi madre dice que eso de que así tranquilizas la conciencia y tal, son chorradas. A ella no se la tranquiliza. Que hay que dar siempre que se pueda y sin mirar a quién. Estoy con ella. Sólo una excepción: no a los que ponen a niños a pedir. Cerca de mi casa lo hace una gitana. Cuando lleva niños, no le doy y cuando está sola sí. A ver....

[6] EN LA IGLESIA. .....es donde no daré nunca una limosna, por las circunstancias que todos sabemos y que no pretendemos polemizar.

Yo hago lo que puedo y ya colaboro con parte de mi nómina en obras de este tipo.

Pero lo siento, en la puerta de la iglesia ni un duro.

[7] Públicos. una tarde vi aquí, en Madrid, a varios avisándose a gritos de que empezaban ya a salir de misa; y recoger sus cosas, con la velocidad de los pliegan mantas de los cedés, y correr...

[8] Lógica Dickensiana. Decía Dickens en Oliver Twist (más o menos) que "habiendo cárceles y hospitales no debería existir la mendicidad". Esto de dar limosna es cosa profunda. ¿Los que somos ateos y no creemos en una recompensa postmortem por qué razón hemos de dar limosna? Cuando la lógica nos dice que la lismosna favorece la existencia del mendigo, que así escapa del amparo de las instituciones, que siempre cuidarán de él mejor y con más talento que si depende del óbolo.