STALINGRADOS BAJO CERO. Leo Stalingrado de Anthony Beevor. Si antes se ha visto la película Enemigo a las puertas resulta mucho más impresionante. El libro está lleno de referencias personales de los combatientes y por eso la crónica militar queda enseguida en un segundo plano.
Hay momentos terribles (canibalismo) y otros extraños (el soldado famélico que llora al ver un caballo famélico). El hambre y el frío lo dominan todo. Hay que leerlo en verano y bien alimentado, sin aerofagias ni tiritonas.
Gracias, Leandro (que me lo prestó).
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Publicado el miércoles, 6 de septiembre de 2006, a las 8 horas y 39 minutos
[1] LA PELI. Yo, un verano fuí a ver la que se titulaba "Stalingrado" y salí con frío, hambre y cierta desgana. Cuando ahora la dan por algún canal, pongo abrigo al televisor.
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EL ZORRO | 06/9/2006 09:28
[2] TOMAMOS NOTA. ...aunque de este autor tengo pendiente uno sobre la Guerra Civil. Aunque tardaré en leerlo, bastante tuve esta primavera con los dos tomos de Archipiélago Gulag.
Saludos.
[3] Uy, uy, uy. ¿Te lo presté? Creía que te lo había regalado... ¿Eso significa que te tengo que devolver todos los libros que me has "prestado"? Entonces tenemos un problema, soy un desastre que en cuanto acumula varios libros los lleva al trastero… Un año de estos tendré que bajar a mis catacumbas y ordenarlas, y de paso te buscaré otro aún más impresionante, Gulag de Anne Applebabum (http://www.bestiario.com/mantenido/d.php?id=139).
[4] No. Como sabes, la diferencia entre préstamo y regalo en cuestión de libros no existe, Leandro. Así que tranquilo.
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Peter | 07/9/2006 12:46
[5] Dan frío. Me gustó más Enemigo a las puertas que Stalingrado, aunque las dos dan frío, Enemigo tiene más chicha y la otra lo mira todo más por encima. Igual me pongo a rever alguna, a ver si me refresco.
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