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VERSIONEAR. Veamos un cuento magnífico (no por ser mío) en su sobriedad:

En el café, Manolo cuenta de un zapatero cabrón de Calatayud que en el empeine de la suela del zapato nuevo (la zona que no se desgasta con el uso) grababa la fecha de la futura defunción del cliente. Y que, al comprobarse la exactitud de las primeras muertes, la gente volvió a las alpargatas. Al salir del café, todos miramos con disimulo esa parte de la suela de nuestros zapatos, nosotros que no tenemos nada que ver con Calatayud.

Veamos ahora cómo se versionea un cuento:

(1) Modo kafkiano:
Cuenta M. que en la ciudad de K*** un zapatero era capaz de prever la fecha de la muerte de sus clientes y que la grababa en la suela de los zapatos que fabricaba. El espanto produjo la vuelta al calzado de esparto y del zapatero nunca más se supo. Quizá devorado por los buitres.

(2) Modo Cladio Coelho:
Una leyenda sufí habla de Mohameth, el zapatero de Madrás que, merced a la sabiduría adquirida en la observación de las órbitas de los planetas, logró fijar la fecha del fin de la vida de los peregrinos que acudían a él en busca de calzado. De esa manera, el bondadoso zapatero convertido en Maestro avisaba a sus discípulos de los centímetros cúbicos de karma que les quedaban.

(3) Modo Javier Marías:
Preferiría no saber que aquel zapatero de Oxford (oxoniano) adivinaba los años de vida que les quedaban a sus clientes. Debería callar sobre las consecuencias del asunto y, en consecuencia, callo.

(4) Modo Antonio Gala:
Aquel zapaterito de labios carmesí disponía de la habilidad de profetizar la muerte de sus conciudadanos. Los clérigos, alarmados, lo llevaron a la hoguera, tras el auto dictado por la Conferencia Episcopal.

Y así sucesivamente.

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Publicado el martes, 13 de febrero de 2007, a las 8 horas y 37 minutos


[1] Rizando el rizo. O dándole vueltas al colmillo salomónico.
Comentado por elPianista | 13/2/2007 08:44 | http://yatengogueps.blogspot.com
[2] Un aplauso. Buenísimo. Me encanta la versión de Coelho, que debería reorientar su carrera hacia el noble arte de la alfarería. Enhorabuena por tu blog.
Comentado por Luis | 13/2/2007 08:55
[3] galán. Siempre supe que llevabas un trozo de Gala dentro.
Comentado por i | 13/2/2007 09:40
[4] Date más cancha. Busca nuevas versiones, por favor, porque son divertidas y puede convertir este post en uno de esos interminables memes, sin fecha de caducidad en la suela.
Modo Vila Matas:
En el Café de Flore escucho a un viejo enjuto la historia de un encuadernador frustrado que nunca terminó una novela. Envidioso, apuntaba en la solapa de los libros de otros autores la fecha de sus muertes. Si no le agradaba la novela escribía con lápiz en letra minúscula el día de defunción del escritor. Durante años, en Francia murieron escritores que sólo habían publicado un libro. Así, forjaron su leyenda de escritores del no. Aunque algunos piensan que fueron solo suicidios ejemplares. En ese momento, me levanté del café, puse cara de doctor Tremps y recordé a Walser en el paseo nevado.
Comentado por miguel | 13/2/2007 12:19 | http://sintomatico.blogspot.com/
[5] Umbraliana. Te sigo, MiguelSintomático
Modo Paco Umbral:
Yo era un joven un poco falangista un poco provinciano y un poco resultón, con los pantalones demasiado cortos, una maleta de cartón y una máquina de escribir llena de poemas recien llegados, malos y ansiosos. Había llegado en busca de las letras, un caldito en Lhardy y las aventuras de un Baudelaire vallisoletano.
Cuando llegué una tarde amarilla, ilusionada y fría al Café Gijón, lo primero que me contó una coja de Salamanca que gestionaba los ratos y dormitorios con las gachís fue la historia del limpia que por un duro y un clarete les arreglaba los botines a los señoritos de provincias que iban a leer sus poemas en busca de la gloria de Madrid.
Y ni gloria, ni gachís, ni claros ni oscuros académicos, lo más que conseguían era una sentencia de muerte antigua, arrugada y lastimosa en la suela de sus agujereadas suelas, como los campos castellanos resecos, tristes y endomingados.
Comentado por elPianista (Umbral, maestro) | 13/2/2007 12:52 | http://yatengogueps.blogspot.com
[6] Os salís. Sois estupendos. Genial leeros
Comentado por MAgapola | 13/2/2007 14:21 | http://sindrogamico.blogspot.com/
[7] Enhorabuena a Sintomático y Elpianista por sus contribuciones. A ver quién más se anima.
Comentado por Peter | 13/2/2007 15:12
[8] Acaban de meterme un multazo de escándalo en plena meseta castellana y no estoy para muchas alegrías, pero aquí va la versión de... este tipo, el lobo marino éste, cómo se llama...

"Hay días en los que me dejan la escabechina en bandeja y me lanzo a la tecla con el colmillo goteando. Me cuentan que en Calatayud -ahora que todavía es Calatayud, antes de que algún cacique se apunte a la lista de espera y reivindique la Realidad Nacional Bilbilitana- un hijoputa de zapatero cabronazo se lo pasa en grande inscribiendo en la suela del zapato nuevo (en la zona que no se desgasta nunca) la fecha en la que va diñarla el cliente. Los bilbilitanos todos y las bilbilitanas todas, jóvenes y jóvenas, ancianos y ancianas, afroamericanos de color y afroamericanas de color, erizos y erizas, que por cierto están hasta la bisectriz de que se les mente a la Dolores, en lugar de darle una paliza al cabrón del zapatero, se la cogen con papel de fumar por aquello del multiculturalismo, el respeto a la diversidad de las aficiones ajenas, oigh, y el chococrispis para todos y todas; y por miedo a que los tilden de neofascistas se limitan a mirar cada uno su propia suela para averiguar la fecha en la que les tocará el matarile, sin atreverse a levantarle la voz al zapatero y sin la decencia mínima de interesarse por los pronósticos de matarile de las suelas ajenas, muy a tono con el espíritu cainita de este país de trincones analfabetos, políticos engañabaldosas, poceros más milagrosos que San Juan de Peñagolosa, curas que dan zarpazos sólo cuando les amenazan el chiringuito, tiñalpas y cojoncianos -y cojoncianas u ovarianas- de todo pelaje. Me juego el palo de la mesana y media vela mayor a que cuando les llegue el sanmartín, oíremos sus grititos y sus espantos, oiga, perdone, que los zapatos en realidad no eran para mí sino para mi tía la sorda. Ahí, con dos cojones españoles".
Comentado por Ander Queneau | 13/2/2007 15:42 | www.vespana.blogspot.com
[9] Pérez Reverte. Ese era fácil, Ander. ¿A que no te atreves con una versión de Bernardo Atxaga?
Comentado por Miguel | 13/2/2007 15:47 | http://sintomatico.blogspot.com/
[10] Miguel, me sale mejor la versión Chiquito de la Calzada. Ese peacho de sapatero pecadorrr, gran fistro de Calatayuurrrl, que le diche a un vesino, jaaarl, que te va a morí er día de Nuehtra Señora con Botas...

De ti no espero menos que un Carver. Hale, hale.
Comentado por Ander Condemor | 13/2/2007 17:08 | www.vespana.blogspot.com
[11] Demasié. No sé, no sé. A ver, MODO CARVER:
Me fui con Frank a una cervecería de Rock Springs. El suelo estaba lleno de colillas y los bordes de las mesas rayados. El barman nos saludó levantando las cejas. Frank me miró y después giró la cabeza hacia la ventana. Había un par de niños pegándole patadas a una lata de cola oxidada. Luego Frank me dijo que estaba ya un poco harto de su mujer y que le apetecía emborracharse. En la mesa de atrás, dos tíos hablaban en voz alta y se tocaban el mentón del mismo modo. Después le dije a Frank que no se preocupara, que ya había pasado todo. Y nos pedimos un par de jarras.
Comentado por miguel | 13/2/2007 17:45 | http://sintomatico.blogspot.com/
[12] ¡Ponte las pilas!. Peter, te regalo la idea, pero organízala ya:
Un concurso de cuentos/plagio o di-versiones literarias.
Y si hay performances, prometo disfrazarme de Umbral y tirar libros a la piscina.
AnderTxikitor, podemos hacer un fistro de dúo grumenauer: ¡juar, he venido a hablar de milibroooorrrrr!!!
Comentado por ElPianista | 13/2/2007 19:37 | http://yatengogueps.blogspot.com
[13] Apunto la idea del concurso. Aunque con Ander Alatriste tenemos poco que hacer.
Comentado por Peter | 14/2/2007 08:31
[14] El ridículo garantizado. Aunque no subestimes el poder de mi bufanda umbraliana, los botines blancos y el trabuco de Baudelaire
Comentado por elPianista | 14/2/2007 08:50 | http://yatengogueps.blogspot.com
[15] Me río. Peter y compañía, tenéis unas envidiables dotes de parodia. Divertidísimo.

Y el cuento original, ¿de quién es, si puede saberse?
Comentado por T | 14/2/2007 09:05
[16] ¡El cuento es mío! Pero ha quedado destrozado y me temo que mejorado pro ese tipo de amigos indeseables que uno tiene.
Comentado por Peter | 14/2/2007 10:13
[17] Cría cuervos.... ...y tendrás muchos
Comentado por elPianista | 14/2/2007 11:25 | http://yatengogueps.blogspot.com
[18] En menudo huerto te has metido. Querido Peter,
no tienes ni idea de la que te espera si montas el concurso.Yo me ofreco como chirlider con peineta. Se recitar muy bien y al que gane (porque habrá premio, ¿no?) le declamo la canción del pirata por ídem y sin quitarme la peineta. Me gustáis todos chicos, soy así de promiscua literariamente hablando.
Comentado por Dulcinea | 14/2/2007 19:37 | www.conlapeinetapordelante.com
[19] Joseba Irazu. Un día, mientras fumábamos ligarza en la penumbra vespertina de un hayedo próximo a Obaba, Manu me contó una extraña historia. Se la había relatado su tío Juan cuando ambos esparcían las primeras manzanas de la temporada en la ganbara de Gorriztaran, el caserío más lejano del pueblo. Resulta que en el alzamiento del 36, cuatro falangistas enardecidos le cortaron el pelo al cero a la mujer del zapatero. Fue un castigo indirecto: el zapatero nunca iba a misa y compartía de vez en cuando el vermú con el farmacéutico y el maestro, que se afiliaron a Izquierda Republicana en los fervores de abril del 31, pero al zapatero no podían hacerle nada porque todo el valle dependía de su habilidad con el cuero. El zapatero aguantó la humillación sin pronunciar una sola palabra. Su familia dependía del modesto taller y un solo comentario le hubiese llevado a la ruina y puede que a una cuneta. Siguió trabajando como si nada hubiese ocurrido. Unos meses después, cuando aún no se había resuelto la batalla del Ebro, un alférez provisional de permiso en Obaba le llevó sus botas, que aún escondían en la suela el barro y la sangre de Belchite. El zapatero se las arregló sumiso, pero grabó una fecha en el empeine: 27 de abril de 1976. Pasaron cincuenta años. El zapatero y su mujer habían fallecido, pero Niceto, el único hijo de ambos, los tuvo muy presentes mientras esperaba en el vestíbulo de mármol verde la aparición de su víctima. Cuando el octogenario general abrió el ascensor, sacó la pistola del bolsillo de la gabardina y ni siquiera tuvo un segundo de vacilación.
Comentado por Bernardo | 17/2/2007 20:59
[20] Los zapatos, nuestros zapatos…. Los zapatos, nuestros zapatos,
les gustan que los cuiden;
a las albarcas les gusta que lleve calcetín recio,
a las manoletinas, no lo sé, que yo no gasto de eso,
a las playeras, ¡qué juventud tan parrandera!,
les gusta jugar a la comba con la goma y la lona.
Mi perro me muerde la pantufla, ¡vaya escaramuza!,
mi bota le da un puntapié, ¡menuda bruja es!
¿Qué será de los zapatos cuando no tengan suela?
Manolo, maño, nos haces la jodienda.

La gran lexicógrafa estrafalaria
Comentado por Garaño | 18/2/2007 15:59






Ilustración de Toño Benavides
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