BARBEY, UN RARO. Cátedra recupera la mejor novela del francés
Jules Barbey d'Aurevilly. El título, escandaloso, es "Un cura casado". Hasta escandalizó a Zola, que vio en la novela "una encendida defensa del celibato eclesiástico".
Barbey es un raro. Su escritura es rara, llena de frases exclamativas. Su apuesta literaria es también rara: el romanticismo cuando ya no existía el romanticismo. Y su condición de católico también es rara en el ateísmo galopante de su tiempo. Ahora, es curioso, parece recuperarse de sus cenizas precisamente por su condición de "maldito", su afición a lo satánico y su inclusión en el club de Byron y Baudelaire...
Nada de esto debe importar para leerle. Al contrario. Sin él no hubiera existido otro gran cascarrabias olvidado: León Bloy.