GRACIAS. Por acordaros. Espero volver pronto. Sigo el rastro de la pantera en el Reyno de Navarra...

APELLIDA COMO PUEDAS. Mi sobrino Oier consigue por fin un perro. Primero, el debate sobre el nombre: se llega a un consenso con "Bizkor" (ágil, vital, en euskera). Pero de repente alguien dice:
-¿Y el apellido? Falta el apellido.
Hay un momento de silencio, hasta que Oier grita:
-¡Bizkor Valdés!

Ha completado hace poco su colección de cromos de futbolistas.

APADRINA UN GUIPUZCOANO. Semana caldeada en Pamplona ante la llegada de la Real. Todos los días se entrevista a un jugador de Osasuna: las declaraciones insisten en los mismos argumentos:
(1) Juran por sus muertos que irán a por el partido.
(2) A Osasuna le falta un punto para asegurar matemáticamente la salvación (¡Ay! ¡A quién le faltara un punto!).
(3) Lo pasado pasado está.

Lo pasado: aquel 0-1 en Donosti en el último partido de Liga de 2001 que salvó a Osasuna. Entonces se hablaba aquí del "hermano guipuzcoano" y se le ofrecía todo lujo de información privilegiada: los mapas de los mejores setales de Navarra, el peso del chuletón que zampaba Retegui, el tiempo exacto de siesta diaria de Eugui... Recordando esos viejos tiempos, Oroz, el genial dibujante de Diario de Navarra ha sugerido esta vez "apadrinar un guipuzcoano".

¿Apadrinarán?

EL MIEDO AL BLOG EN BLANCO. Nada de fútbol.
Nada de urnas (salvo felicitar al Zorro).
Podría abrir un debate sobre la autenticidad de la Tizona del Cid o sobre el cambio climático, pero me faltan datos.

Hay días en que no hay tema. Salvo que el tema sea contar los paraguas que veo desde la ventana, comparar colores y texturas, y comprobar que, así en general, los de Bilbao son mucho más grandes que los de Pamplona.

ÉPICA. De pequeño, pensaba que John Wayne tendría ya más de cien años, pero resulta que su centenario se acaba de cumplir ahora.

De las obviedades que decía en sus películas, se me quedó grabada una, nada famosa:

Es triste para una madre tener un hijo traidor.

Me impresionó. No la entendí entonces. Ahora sí.

ERRORES. Por una de esas manías de la infancia, me negué siempre a leer a Kipling. Me espantó la peli El Libro de la selva y lo taché de mis lecturas.

Pero a lo largo de los años me he ido topando con él aquí y allá. En novelas de espionaje, de ciencia-ficción, de magia, de aventuras. Sobre todo con Kim y su lama.

Leo ahora por fin Kim y sí que es una maravilla.

ATRAPADO EN EL TIEMPO. Veo El gran silencio, algo asustado por su duración y su silencio. Me cautiva. Ese monasterio de la Trapa cercano a Grenoble merece una visita.

La Trapa aparece atrapada en el Medioevo. Curiosamente, cuando en el documental aparecen un avión y un automóvil, los medievales parecen ellos.