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ROJO SANGUÍNEO. Hoy en el día en que todo lo queremos teñir de rojo e ilusión, recuerdo como de niña quería ser bombero, para apagar fuegos. Para controlar el calor, los petardos y esa sensación de control de algo superior.
Ahora que soy mayor aunque me sigo chupando el dedo, quiero un bombero, o en su defecto, ver como mi selección apague mi fuego interior marcando un gol atronador.
La ilusión, como la energía, ni se crea ni se destruye, sólo se transforma en algo mejor.
Mi ilusión es ver a mi equipo rodeada del mío. Que gane el mejor y que ese sea el rojo pasión.
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Publicado el martes, 27 de junio de 2006, a las 16 horas y 10 minutos
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