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CON LA BOCA ABIERTA. Así me he quedado esta mañana.
¿Sorprendida? La verdad es que no.
¿Impresionada? Pues tampoco.
Pero el hecho es innegable: Me ha dejado con la boca abierta.
Mentiría si dijera que no me lo esperaba, pero siempre, aunque uno se lo espere, no puede dejar de abrir la boca.
Quizá algunos no lo den importancia, pues sé, y puedo confirmar de primera mano, que era yo la única en toda la estancia que me he quedado con la boca abierta de par en par, pero no era para menos.
Nada tenían que ver las luces, ni los focos, ni siquiera la extraña comodidad con la que ves todo desde una perspectiva privilegiada, en primera línea, pero no la idónea para comentar y narrar la jugada.
Quizá os esté confundiendo, pero más impactada me he quedado yo, cuando mi dentista me ha comunicado: Pues no, no tienes ninguna carie. Estás perfecta.
... Así que perfecta... que conste que mucho antes de que me dijera esto, yo ya tenía la boca abierta... y sin anestesia.
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Publicado el martes, 19 de diciembre de 2006, a las 15 horas y 21 minutos
[1] Un saludote, gundilla.
Comentado por
Cancho | 19/12/2006 15:50
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