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LA PRESUNTA PANTOJA. A mi de entrada y de rápida salida, me cae no mal: ¡fatal!
Cada vez que la veo, y eso que es a una distancia más que prudencial, pasando de sobra la de seguridad, pienso, y eso lo llevo dentro, que tiene una cachaza... que se lo ha sabido montar y que ahora va de plañidera profesional.
La veo con esa cara de membrillo depilada, con esa jeta de caradura embotellada... me cae mal. ¡Fatal!
No soporto a las mentirosas y ella podría dar cursos y cursillos, masters y postgrados, es más, podría enseñar a ser mala, a estafar.
Presuntamente... ¡Hay que coño! ¿Es que aquí no se puede llamar a un ladrón por su nombre de profesión y a un vividor, jeta y chorizo con denominación, con todas sus letras?
En el Tomate... en todos los programas del corazón, aparecen y desaparecen y me da la sensación, que se van de rositas con sus falsas sonrisitas... ¡Fatal!
Y yo me pregunto: ¿Con los pelos de elefante se hacen pulseras y colgantes ,y con los que PRESUNTAMENTE la suicidaron a la Pantoja que hicieron, una alfombra tosca?
¿O hicieron un felpudo de 60x60 para evitar que se acerque la prensa?
Ese es uno de los grandes enigmas de la Humanidad. ¿Por qué han de existir rapaces y alimañas en un mundo ya de por sí, con plagas?
Sino fuera por la Gravedad, si la iba a caer la cara de vergüenza. O quizás se la calló y por eso nos mira con esa jeta vuelta y revuelta.
Estoy convencida que la llevan a un zoo, y al segundo ya lleva puesto el cartel de "Serpiente venenosa. Guardar la distancia de seguridad... que te envenena, te chupa la sangre y se queda y te deja tiesa"
Y siempre, presuntamente... vamos que lo soñamos y nos acordamos mal.
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Publicado el sábado, 3 de febrero de 2007, a las 15 horas y 43 minutos
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