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GRANDES DECISIONES. Cada viernes la misma sensación: ¿Merecerá la pena depositar mis posaderas, en la segunda sesión?
Y es que miro la cartelera con verdadero fervor, como si ahí pudiera encontrar la pasión, la diversión y esa emoción que te lleva desde el delirio hasta la exasperación.
¿TACONES ALTOS o cómodos zapatos?
Según las encuestadas como las zapatillas de casa no hay nada. Según sus acompañantes o los figurantes, altos y estilizados calzados para delimitar bien los acabados.
Hablamos de las nalgas. De las piernas largas y de la estética siempre en alza. Pero ellos no hablan de los callos, o de los dolores de espalda. Lógico, sólo les importa que des la talla.
Aunque no siempre, a los bajos, no les hace mucha gracia tener que empinarse sin una caña, pero como la noche es larga, ¡qué más les da! si como me dijo uno: “Mi mirada queda justo a la altura de tus mamas”.
Lo cierto es que los tacones y es sexo van unidos por un sexto sentido que atrapa. Así que si la película es mala, pero me he calzado unos andamios de plata, quizá, sólo quizá, consiga una sonrisa divina y una noche soñada.
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Publicado el viernes, 30 de marzo de 2007, a las 17 horas y 17 minutos
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