CUANDO UNO ESTÁ ESPERANDO.... (a qué pase algo que le saque del letargo) si conecta la parabólica, no por cotilla, sino por aburrida, hasta que llega tu amiga, puede alunizar en varias vidas de forma prohibida.

Estaba yo aparcada en una esquina cual fulana (cara y sofisticada), cuando puede escuchar estas palabras de una a priori “dulce anciana”:

- Le tuvimos que cortar las dos piernas. Luego los dos brazos...

Yo asustada, desconecte y la miré asombrada: ¿Será de la mafia italiana? O se apellidará “destripador” (como Jack), o quizás haya una explicación mejor: colecciona zapatos, anillos, y relojes, y el susodicho no estaba por la labor. Vamos que pasaba de hacer donaciones... y mira todo lo que donó.

Quizás hubiera sido doctora, enfermera, o cirujana... pero la cara de sádica... ACOJONABA, os lo digo yo, y eso que estoy acostumbrada a ver programas del corazón.

Luego, volvió la conexión, cuando involuntariamente gire buscando alguna autoridad competente. (que ilusa yo) Y ella misma le preguntó a su interlocutor (Un inocente señor mayor de unos cuarenta en cada pernera, y otros pocos en la chaqueta):

- ¿Y tú cómo te portas con tu mujer?

No me atreví a seguir la conversación. Y tampoco a buscarle al día siguiente en la cartelera de los veteranos en pie de guerra. (las esquelas). Sólo espero que acertará con su contestación, o que ella fuera benévola en esa ocasión.

... como siempre me salvó la campana de mi amiga que venía con prisas (y con sonrisas).

Hay veces que es mejor hacerse la sorda y conformarse con vivir una vida, aunque nos parezca aburrida.