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DESCABELLO. Cinco de la tarde. Salgo de la peluquería y, para atajar y continuar a la sombra, paso entre las mesas de la terraza de una cafetería. Pesco estas palabras que una cuarentona le dice a una señora que quizá sea su madre: «Da igual: la mires por donde la mires, es feísima».
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Publicado el viernes, 15 de julio de 2005, a las 18 horas y 09 minutos
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