UN PINCHE DE TRES AÑOS. Domingo por la mañana. Con el cambio horario, en pie a las ocho y media. Veinte minutos más tarde, mi niño se sube a la banqueta para ayudarme a preparar un bacalao al pil-pil (antes de ver Tarzán y de bajar con el balón nos dará tiempo para cocinar carne con pimientos y un cocido de garbanzos que hemos puesto a remojo la noche anterior). La receta no tiene importancia, seguí paso a paso la de un libro, ni tampoco (salvo para mí) unas palabritas que me han alegrado el día, unas palabritas de culebrón que repito aquí para no olvidar nunca la escena: estaba pelando ajos cuando me ha agarrado el brazo y, sin venir a cuento, me ha soltado: «Papá, yo te quiero mucho, no te vayas nunca de mí».
[Versión para imprimir]
[Enviar]
Publicado el domingo, 29 de octubre de 2006, a las 18 horas y 27 minutos
[1] Bonito... Eso tienen los garbanzos, que animan a declarar.
[2] Uy que tierno!!!
¿Quien estuvo en remojo?¿los garbanzos o tú?
Felicidades, cuando se trata de los hijos lo demás pierde importancia.
Comentado por
anacleto | 31/10/2006 03:30
[3] un pinche de 4 años
|