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DE MIRANDA. Vaya cara tienes, cómo para salir por ahí de fiesta, me dicen. Cuídate, y déjate cuidar, repiten. Ya sabes, despacito y con buena letra... Desde hace una semana larga, voy de enfermo por la vida, contando mis penas en cuanto me dejan un resquicio, o incluso sin que me pregunten: hasta he enviado mensajes electrónicos a gente a la que escribo muy de ciento en viento. ¿Por qué? Mejor no respondo, y sigo escribiendo.
Abrieron la clínica cuando estudiaba en Pamplona o durante los años en que trabajé en Madrid. De niño y adolescente en los bajos del edificio donde vivía con mis padres no había nada. Ahora están la clínica, el gimnasio y una cafetería.
Después de pasarme tres semanas tosiendo, al comienzo del acueducto fui a la clínica viéndole las orejas al lobo. Tras unas placas y unos análisis, me ingresaron. Neumonía. No estuve más que un par de días, pero me ha quedado una sensación extraña: pasé mucho tiempo cerca de la ventana. Veía la misma calle de siempre, mi calle, pero desde otra altura, con otras miras.
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Publicado el viernes, 15 de diciembre de 2006, a las 18 horas y 10 minutos
[1] Bonita foto, cuídate.
Comentado por
Arturo | 20/12/2006 10:42
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