ISLOTES. Podríamos decir que El Mundo, como cualquier otro diario de información general, se resigna a abarcar la actualidad con ópticas distintas: aunque los editoriales y las columnas de opinión contribuyan a ofrecer una perspectiva similar, tanto en la versión impresa del periódico como en la internetera abundan otros puntos de vista. Y no sólo políticos. Encontramos miradas singulares (pongo ejemplos enlazables) en el blog de cine de Borja Hermoso; en el descodificador de Javier Pérez de Albéniz; en las entrevistas en vídeo de Antonio Lucas; estos días de Roland Garros, en los sin red de Javier Martínez. Cuatro grandes periodistas. En El Mundo abundan, aunque como trabajé allí no voy a enumerar más. Pero no podemos olvidar a Javier Memba, el colaborador por antonomasia (además de novelista, guionista y cinéfilo). Escribe en El Mundo desde 1990 y, durante el escaso lustro de vida de elmundolibro, soportó con cierta angustia colaborar para un medio sólo virtual. Ahora está de enhorabuena: acaba de publicar Mi adorada Nicole y otras perversiones (Ediciones Irreverentes), su primer libro de artículos. Ojalá que no sea el último: su serie Malditos, heterodoxos y alucinados también merece ser impresa.
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Publicado el jueves, 31 de mayo de 2007, a las 17 horas y 03 minutos
[1] Explícate, Leandro, ¿qué es eso de que le angustiaba escribir sólo para Internet?
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I.J. | 01/6/2007 09:44
[2] Me explico. O mejor dejo que se explique él. En la introducción cuenta algo que sabemos todos los que le conocemos: le entusiasma encontrarse en el periódico. "Y sin embargo, pasada ya la cumbre de mi edad, he de confesar que pocas cosas me complacen tanto como escribir artículos periodísticos. Aunque he publicado varios cientos en los veintitrés años largos que ejerzco de articulista, aún aguardo el día en que van a aparecer con la misma ilusión que cuando vieron la luz los primeros. Esa mañana, apentas me levanto, me visto apresuradamente y corro al quiosco a por la publicación, que escruto con avidez hasta ver mi nombre anunciando que es mío el texto". Además, se temía que en Internet tuvieran menos lectores.
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Leandro | 01/6/2007 18:45
[3] Un melocotón robado al amanacer. Piensa uno que este libro es sabroso como un melocotón robado al amanecer y comido con el placentero sabor del delito o del pecado (que cada uno use la expresión que quiera). Es un libro sobre libros escrito por un amante de los libros y robado a Internet para que los fetichistas toquemos su papel. El día 21 de junio se presenta en la Casa del Libro de Madrid, para que los miembros de esa extraña secta de pervertidos amantes del papel pasemos un rato agradable. Sereis bienvenidos.
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