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CRUCE. Ocho de la noche en Gran Vía. Bocinazos, sirenas, un autobús accidentado, una ambulancia se abre paso, tiendas y oficinas expulsan intrusos... Los relojes frenan un instante y cae el silencio, abatido, cuando los bastones de dos ciegos se chocan en un paso de cebra. Perdón, dice la mujer. El hombre calla, sigue su camino. Continuamos.
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Publicado el jueves, 29 de noviembre de 2007, a las 22 horas y 13 minutos
[1] Ay. ¿Serán los mismos ciegos que vio Peter, los que iban uno contra otro y se saludaron con el choque de bastones, como espadachines?
[2] Me da que no, pero quién sabe. Escribí lo que vi en caliente, al poco de presenciarlo, no me acordé de ese texto que mencionas (http://www.bestiario.com/letras/d.php?id=198), aunque en cuanto he leído tu comentario lo he recordado con nitidez. Ay, dices. Ay, repito.
Comentado por
Leandro | 02/12/2007 22:10
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