¿AMOR?. Regreso en el autobús de las siete. Casi tres horas de viaje. Ponen una película horrible. Atardece sobre Castilla. Disfruto del paisaje hasta que corren las cortinas. El sol nunca luce a gusto de todos. Intento dormir, pero los teléfonos de los pasajeros se alían para impedirlo. La chica del asiento de al lado ha recibido más de media docena de llamadas a la altura de Buitrago. Aunque me han aconsejado que no lea en coches ni autobuses, acabo abriendo un libro. Esta vez, el de un amigo: «
Poesía para los que leen prosa».
Miguel Munárriz busca lectores como yo, que se creen alérgicos a la rima y las estrofas. Lectores proseros. Me atrapa desde la introducción. Sobre todo, cuando reproduce un poema amoroso de
Lope de Vega y estos versos donde
Juan Bonilla le rinde homenaje:
«
Insospechado sospechoso terco animal despiadado
Imprescindible usurero bendito hijodeputa.
Con él no valen experiencias porque todas engañan
dictando cobardía.
Es el amor.
Quien lo perdió, lo sabe.»
En Aranda de Duero, mi vecina le explica a una tal Charo y a todo el autobús que tiene a su novio en espera. Alguien que debería estar harto de ser llamado Cari, Corazón y Amor por una voz gélida, aburrida y rutinaria. Se despiden en Lerma con una sonrojante y desapasionada sucesión de Besos, Te quiero y Te amo.
Si eso es amor
Ojalá lo pierdan.