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¡LO VE!. En los últimos tiempos ando más raro de lo habitual. Diversas historias me recorren la cabeza, desbocadas. Esto me ha hecho perder ese punto de intriga que siempre me caracteriza a la hora de andar por la calle. Ver a los demás con ojos de pasmado ha sido siempre una de mis actitudes intrínsecas. O ¿eran aptitudes? Ensimismado por mi otra realidad, llevo un tiempo en que los mensajes del tipo: buscamos aprendiz – varón, no me dejan ni el sarcasmo de ver que ya nos dejan a los varones, solo la posibilidad de ser aprendices. ¿De qué? No era un anuncio de ningún festival erótico, sino de una tienda.
Ni siquiera el ver dos tercetos de chavalas cruzarse por la calle, y dar gracias al cielo de no haber estado en medio, por las miradas asesinas que se han entrecruzado, mitad: jo si eso es del año pasado, o yo enseño mejor los cachetes ¿no?. le hacen a uno estar más sosegado con la vida.
Pero lo que más me preocupa es que el Ayuntamiento de Madrid se haya dado cuenta de nuestra situación. Supongo que en estos momentos no soy el único pasando una racha extraña. Pero eso de poner letras por el Paseo del Prado, grandes y gordas, no me dijo nada, hasta que vi:
VEVE
LOLO
VEVE
Comprendí, a la misma velocidad del taxi que me llevaba, que estas últimas semanas no era el mismo. Y que debería volver a ver, verlo, o como se diga, esta ciudad con mis ojos melancólicos de siempre.
Lo que más me gustó es que, por fin, una administración se preocupase por mí, mi estado anímico, y sobretodo que me tratase con el respeto que me merezco: de usted
La alegría me duró bien poco. El tiempo de explicárselo a Leticia, y que ella me desengañase, diciéndome que eso era una exposición al aire de libre de no se que escultor americano, y que lo que reivindicaba era la palabra AMOR.
En mi estado depresivo actual, que algunos atribuyen a mi reciente cumpleaños, o a una inexistente crisis de los 50, de los que yo ando muy alejado (aunque algunos se empeñen en encontrarme francamente precoz en ciertos aspectos) no es bueno darse cuenta que seguimos adocenados.
Así que solo se me ocurrió trabajar con turbante una temporada, para reivindicar mi contrito yo una temporada.
Que rápido pasan las ilusiones. ¿Vas de Rey Baltasar? ¿Si el día de Reyes ya pasó?
Que dura es a veces la realidad de los demás.
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Publicado el martes, 16 de mayo de 2006, a las 13 horas y 47 minutos
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