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ESAS COSAS. Gargantúa le llegó a preguntar a Pantagruel por todas esas pequeñas cosas que le hacían feliz. Esas vaquitas asadas, esos quintales de queso, esas arrobas de vinos maderizados. La respuesta: la verdad, lo importante para un gastrónomo no es preguntarse cómo se hacen. Solo de donde salen, para buscar los mejores artesanos que nos lo atesoren, nos lo faciliten.
¿Es, acaso, necesario ser cocinero para ser gastrónomo? ¿Enólogo para entender de vinos? ¿Panadero para apreciar panes? ¿Pastelero para disfrutar de dulces? ¿Y así hasta el finito infinito que nos depara la memoria atenuada de nuestro amigo alemán?
Si un país productor de vinos solo aprecia los suyos, y devalúa otras formas de abordar los demás caldos, ¿que no hará un especialista, embebido o engreído de si mismo?
Solo hemos de disfrutar de aquello que nos gusta, procediendo a la apertura de miras, probando aquellas cosas que nuestra cultura no nos ha dado.
Declaración de intenciones. Lo siento, de aquí ahora he de darme cuenta de mi cortedad de miras como cocinero a la hora de enfocar otras comidas. Incluso puede haber alguna buena...
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Publicado el martes, 25 de julio de 2006, a las 13 horas y 14 minutos
[1] Querio amigo. me sumo sin reservas(Ni crianzas) a tu declaración clara como el Ribeiro.
Abrazos
Comentado por
toño | 28/7/2006 23:26
[2] www.porterodenoche.blogspot.com
Comentado por
malakorde | 31/7/2006 02:33
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