EVOLUCIÓN. Todas las mañanas sus sábanas lo abrazaban como abraza una boa, él era el guisante en la vaina, el palo en el torniquete. Todas las mañanas tenía que pelearse contra ellas, deshacer su abrazo, romper la vaina. Todas las mañanas empezaba su día cansado, sin fuerzas, exhausto. Ninguna mañana lograba explicarse porqué.
Hasta que descubrió que siempre giraba en el mismo sentido.
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Publicado el martes, 11 de marzo de 2008, a las 9 horas y 07 minutos
[1] T. e pasa muy a menudo?
Comentado por
Chisco | 18/3/2008 17:21
[2] Depende.. ¿Hablas de lo literal o de la metáfora?
Comentado por
fotocopiado | 20/3/2008 12:49
[3] Ah!. comentame ambas...jeje
Comentado por
chisco | 26/3/2008 10:40
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