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TRISTÁN ENCOGE. Cuando era pequeño y empezaba a leer, hace ya unos 24 años más o menos (aprendí a leer con poco más de un año o con cuatro, según quién cuente la historia), uno de mis libros favoritos era Tristán encoge.
Era un libro infantil, con más cantidad de dibujos que de texto, y básicamente contaba la historia de un niño que encogía hasta hacerse diminuto. No sé cómo acababa, pese a que recuerdo el libro con mucho cariño (también creo que me daba algo de miedo, pero de esto no estoy seguro).
Hoy he ido a la consulta con el anestesista. Es la revisión de rutina previa a que me operen próximamente. Se me disloca el hombro con bastante facilidad, y me impide hacer actividades de riesgo como ducharme, desperezarme o apagar la luz de la mesita de noche. No es que no haga esas cosas, pero tengo que hacerlas con cuidadito.
Como decía, he ido a la consulta, y previamente a las preguntas de rigor de si bebía, fumaba, fumaba porros o consumía coca (he respondido que no, el hombre se ha extrañado tanto que me ha repetido la pregunta, y cuando he vuelto a responder que no, esta vez sonriendo, me ha dicho que si estaba seguro), me han pesado y medido. Y aquí es donde quería yo llegar, pese a las vueltas que he dado para ello: he empezado a encoger.
La última medida oficial decía que yo era Daniel Cano, varón, 63 kilos de peso, 1'68m de altura. Hoy soy Daniel Cano, varón, 68 kilos de peso, 1'66m de altura.
Uno con sesentayseis. Dos centímetros menos. Hoy pueden ustedes mirarme un poco más por encima del hombro que ayer.
P.D: Buscando imagen para acompañar el post, he encontrado la portada de mi libro. No sé si lo he dicho alguna vez, pero yo creo en los viajes en el tiempo...
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Publicado el miércoles, 31 de mayo de 2006, a las 12 horas y 32 minutos
[1] El tamaño no importa. (siempre que sea de altura)....
en mi línea.
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David Gil | 31/5/2006 12:42
[2] He estado a punto. De salir por ahi, pero como sabía que lo harías tú, no he querido quitarte protagonismo
[3] HOLA. VENGO DEL PASADO PARA SALUDARTE
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MAyCA | 31/5/2006 15:06
[4] Hola!. Te saludo yo a tí también, desde el presente.
[5] Déjame lo simple a mi. La gracia fácil que relaciona todo con el pene, el culo, las tetas y la vagina, déjamela a mi ¿qué me queda si no?
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David Gil | 31/5/2006 19:59
[6] Por cierto. Aparte de que me ha gustado mucho el post... otros comentarios...
2 cm menos, 5 kg mas, nene, hay que dar un cambio a tu vida... aunque nosotros te querremos igualmente.
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DAvid Gil | 31/5/2006 20:01
[7] Cambio. Seguro que mides lo mismo. Lo que pasa es que con el cambio de la peseta al euro todos salimos perdiendo...
[8] O eso. O la relación entre aumento de peso-encogimiento es directa. Quizá no tengo huesos, quizá tengo esqueleto cartilaginoso, o incluso muelles...
[9] uff. joer tio....a mi me pasó eso hac eun año...me robaron 3 cm...yo estaba orgulloso de pasar del 1, 80, medía 1,81, segun un medicucho de ahora mido 1.78...me dió un bajón de la leche!!!, por cierto...creo que la relación aumento de peso-encogimiento no es directa sino exponencial...me explicaré..antes pesaba 80 kilitos pa mis 1.81, ahora peso 100 para mis 1,78 (aunque nadie se lo cree ..debe ser que mantengo ciertas proporciones y lo que relamente me pesan son otras cosas...) ---empiezo a asustarme, te pasan muchas cosas que o me han pasado, o me pasan o seguramente me pasarán...aunque todavia no me he visto muerto en la bañera con el grifo metido en la sesera---
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Chisco | 02/6/2006 01:29
[10] Oh! Tristán. pues vaya historia la tuya y la de Tristán; hace unos días me acordé de este libro, lo tenía en mi casa, pero debe de haber encogido que no lo encuentro.
Tengo 30 años y en mi infancia le dediqué mucho tiempo a leer y uno de mis libros favoritos era este...ummm que nostalgia, jaja!
bueno, que a ver si lo encuentro!
un saludo!
[11] Tristán encoge.. Yo leí ese libro, me arrepiendo de no haberlo sustraído de la biblioteca de mi colegio, aún debe andar por esas estanterías aplastado por el polvo, y recuerdo que jugaba a un juego que traía la caja de cereales del desayuno para evitar menguar, no sé qué pasó con Tristán, sólo que me gustó tanto que mi hijo lleva su nombre.
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