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TEOLOGÍA (I). He visto a Dios detrás de un largo despacho de nogal con sus títulos colgados en la pared detrás de él. Dios me pregunta:
- ¿Por qué?
- ¿Por qué hice tanto daño?
¿No me dí cuenta de que todos y cada uno de nosotros somos sagrados, copos de nieve individuales de una singularidad especial y única?
¿Acaso no veo que todos somos manifestaciones del amor?
Veo a Dios tras su despacho, tomando notas en un bloc, pero Dios se ha equivocado de parte a parte.
No somos especiales.
Tampoco somos escoria o basura.
Simplemente somos.
Somos y ya está, y lo que pasa, simplemente pasa.
Y Dios dice:
- No; eso no es cierto.
Sí, vale. Lo que quiera. A Dios no se le puede enseñar nada.
Chuk Palahniuk, El club de lucha
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Publicado el lunes, 31 de julio de 2006, a las 8 horas y 06 minutos
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