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ES CUESTIÓN DE TAMAÑO. En el parque una señora con tamaño de culo XXXL con ampliación (celulitis y mala circulación), se empeñaba en aposentar sus enormes posaderas en un espacio en el que una moneda, lo máximo que podría aspirar es de canto y ¡a duras penas!.
En la playa, un enorme foco (o acaso no se llama así, el marido de la foca) crea horror al salir del agua embutido en un tanga de recien nacido.
¡Con esos pelos como escarpias que despuntan y piden a gritos una escafandra!
Siempre es cuestión de tallas.
Aunque también, del tamaño del órgano en cuestión. En este caso como en otros, del cerebro.
Publicado el viernes, 15 de septiembre de 2006, a las 18 horas y 47 minutos
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