DETENGAN A ESE DE LA FOTO. Una mano que aferra un teléfono fijo. Otra mano que agarra (porque agarra) un tocho de libro. El inmenso botón del jersey hecho a mano en el tardofranquismo. ¿Hacen falta más pruebas, más señales premonitorias del delincuente que llegaría a ser?
La policía está ciega. Debería pasarse por los infantiles y mirar simplemente.
Publicado el viernes, 22 de septiembre de 2006, a las 8 horas y 43 minutos
|