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OPERACIÓN DE LIMPIEZA. Alguna vez hay que ponerse a borrar viejos mensajes de correo electrónico. Lo hice ayer, al ver que tenía más de 500 almacenados. Es una operación gratificante y angustiosa a la vez. Lo que gratifica es eliminar anitguos problemas, mensajes no deseados, pequeños rifi-rafes. Lo que angustia es ver mensajes no contestados de amigos lejanos o de desconocidos que pedían un dato, una orientación o una ayuda.
Así que ayer, a la vez que me reía con tantas tonterías vuestras, hice de tripas aerogáficas corazón (o colon) e intenté contestar lo no contestado, ya a menudo incontestable.
Ya no lo haré más, porque voy a ser Bueno y contestaré rápido a todos los e-mails.
Publicado el miércoles, 13 de septiembre de 2006, a las 8 horas y 01 minutos
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