FÉLIX DE AZÚA. Hace tres años, un día como hoy, en El País (pongo un enlace a la página principal del periódico porque el enlace que apunté entonces ya no funciona; en cambio, Google mediante, no cuesta encontrar el artículo completo; por cierto, puestos a incluir enlaces aquí van tres más: en Abierto a todas horas, su nuevo libro, publicado por Alfaguara, en cuya web podemos leer el prólogo, encontramos los textos que escribió durante un año en su blog, que no ha perdido interés aunque ahora sólo reproduzca allí artículos para prensa escrita): «Pertenezco a la horrible clase media, la única que paga a Hacienda y que, por lo tanto, financia la comodísima existencia de los políticos, los cuales no mueven un dedo para defendernos de los explotadores, pero en cambio nos dicen si debemos o no ir a los toros, si toca ser solidario con los chechenos o con los estonios, en qué lengua debemos hablar con cada autoridad, cuál es el ser de España y el de Cartagena, cuál ha de ser mi opinión sobre los EE UU y sobre Israel; en fin, nos llevan por la vida como antaño los directores espirituales, y gracias a ellos sabemos cómo comportarnos para que nos quieran los papás».