EN BLANCO Y NEGRO II. Algunas veces no puedes acaparar los dos, ni fundirte con los grises, las mezclas, las fusiones, los maridajes, esas moderneces. Algunas veces toca elegir. Blanco. O negro. Yo, por ejemplo —aunque quizá de vez en cuando a regañadientes—, me montaría en
La Insolidaria. ¿Y tú?
(
En blanco y negro I era un relato)