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OPERACIÓN BALTASAR. “¡Estás rodeado!”, gritó la belleza, mientras yo me disponía a salir con las manos en alto del Hat on Wall, donde Ponny Tail Girl cabalgaba a lomos de su coleta, la cuñada de Lucy Liu servía pintas de Guinness y la escritora mulata de cuentos infantiles cultivaba flores blancas en su melena recogida.

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Publicado el jueves, 6 de enero de 2005, a las 19 horas y 36 minutos


[1] me cago en la cabalgata. bendito eres, que te libras de los reyes. ayer, matías, mientras tú contemplabas las tres gracias, yo tuve que dar un gran rodeo para evitar la puta cabalgata y, cuando llegué a sol, atravesar la plaza bajándome al metro y... suerte que tienes con que tus chinos no celebren esta mierda. en madrid, una marea humana que me puso de los nervios. niños, jodeos: los reyes son los padres.
Comentado por el último emperador | 06/1/2005 20:38
[2] Son los padres, pero.... Sí, los reyes son los padres, pero los padres no reinan. Ni siquiera padrean.
Comentado por Ribeyro | 06/1/2005 22:40
[3] Mattías, (o Matt, que suena como más british), deberías asegurarte que no sea Lucy Liu la que te ponga las Guinness, no sea que tu pequeña Barbie de Porcelana se ponga celosa. No creo yo que haya tanta belleza en Londres como para que te puedan rodear, pero si has tenido esa suerte aprovéchala antes de que acaben en la página tres de los tabloides, o antes de que se acabe la Guinness, aunque de todas maneras en Gran Bretaña no la saben servir. Pidele a Baltasar que te traiga una buena pinta, que para eso es el rey negro. Los reyes son los padres, si, pero si esperas que mi viejo te vaya a traer un regalo vas a tener que esperar un rato...
Comentado por Cornelius | 06/1/2005 22:59
[4] Y yo con estas pintas. Daremos cuenta pormenorizadamente de ese interesantísimo club plantado a tres pisos de altura conocido, si contestan al telefonillo y abren el portal, como Hat on Wall, donde, efectivamente, anteayer hubo una redada muy bella: pero tendré yo que enseñar antes a mis manos a hablar inglés con fluidez para, una vez alzadas, aplicarse con fruición en las artes de la rendición incondicional.

Y sí, la belleza, a veces, se viste de celuloide y tinta, de negro y amarillo, de tigre y dragón.
Comentado por Matías Bruñulf | 07/1/2005 11:01
[5] Russendisko. Los reyes me trajeron, además de una suave bufanda, un libro de Wladimir Kaminer, un ruso instalado en Berlín y que ha montado el mejor club alternativo de la ciudad: la discoteca rusa. Aire retro y rock ruso han embaucado a los berlineses. También escribe un par de columnas y cuentos en los que refleja la vida cotidiana y absurda de un inmigrante de las antigua URRS en Berlín. Anoche me leí un capítulo genial de un libro suyo de viajes: en Rusia llegaron a reconstruir una ciudad como París para que sus ciudadanos pudieran hacer turismo sin necesidad de salir del país...Un París (paraíso) artificial fue capaz de construir el Komitern. Me imagino una Tour Eiffel acartonada, unos Campos Elíseos de plástico y un arco de la victoria repintado. El socialismo real fue muy irreal.
Comentado por Beatriz Viterbo | 07/1/2005 14:00
[6] URSS. ups!
Comentado por Beatriz Viterbo | 07/1/2005 14:05
[7] ¿El cielo sobre Berrlín?. Kerridha Beatrriz Viterrbo:

No sé dónde morras, pero intuyo que en Berrlín. Me gustan tus descrripciones, tus parraísos arrtificiales. No me extraña que escrribas URRS: el socialismo se quedó porr el camino, como le pasó a tus vecinos con el murro.

Porr aquí, no podemos rredoblarr la erre de RRepública porrque esto sigue igual. Pídele tú cuentas al RRey.
Comentado por Matías Bruñulf | 07/1/2005 14:17
[8] ¿Y el plan?. ¿No nos cambiará el plan?
Y sí, de alguna manera sigo allí: los miércoles con las lecturas de los Surfpoeten (entre ellos Kaminer) "los poetas del surf" en algún sótano húmedo, sentarme en la colina del Mauerpark (el parque del muro) rodeada de enormes insectos, el cafe cinema, con su oscuridad (media hora hasta distinguir las mesas) con una pintura roja desconchada...Parte de mí se ha quedado en la ciudad-burbuja.
Comentado por Beatriz Viterbo | 07/1/2005 14:26
[9] Cuando Billy encontró a Wilder. The Bubble City: ¿lo dices por Un, dos, tres?
Comentado por Matías Bruñulf | 07/1/2005 14:32
[10] Mírame el ombligo. Ciudad burbuja porque el tiempo no pasa, porque el capitalismo no llega, porque los edificios no se restauran, porque aunque haya llegado Schröder y su troupe, Berlín resiste. Es una ciudad que se mira el ombligo, pero su ombligo es, en verdad, único.
Comentado por Beatriz Viterbo | 07/1/2005 15:14
[11] Yo quiero verte danzar. Estimo que el erotismo de la ciudad que te envuelve es superlativo. Y me imagino que, cuando el barrio turco baila su vientre, Berlín seguirá con sus ojos, centrifugados, las eses de ese ombligo.
Comentado por Matías Bruñulf | 09/1/2005 20:16






Ilustración de Toño Benavides
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