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¿CHINA O JAPÓN? O, COMO DIRÍA CONFUCIO, A QUIÉN QUIERES MÁS: ¿A TU PADRE O A TU MADRE?. A veces es como si me muriera un poquito. Otras, quiero una metralleta a mano. Tampoco me importaría agenciarme una fumigadora: no con bidón sino con hélices. Me da por pensar, aunque no quiero, en cómo funcionan los resortes del otro (el otro, claro está, es chino; el otro también me lleva, no sé porque, aunque la rasgadura es obvia, a aquellos japoneses perdidos en una isla del Pacífico que, años después del alto el fuego, todavía creían que estaban en guerra, la segunda, y mundial: es un romanticismo aceitunero y kamikaze, menos es nada).
Porque el otro también piensa, susurra, vive aquí al lado y es tu enemigo (bueno, mi enemigo: pared con pared).
Pienso: a éste, El Largo, habría que decirle –tiene 24 años: ¿será la edad o se quedará así para siempre?– qué le parecería encontrarse en Moscú, chapurreando ruso, y vivir con cinco iraníes que hablan árabe.
¿Lo entendería? Porque esta gente –y esto no es resentimiento– estudia en la London School of Economics y lo que tú quieras, pero ¿sabrá hacerse la O con un canutO?; si viese uno, ¿se interesaría por él?, ¿percibiría un olor distinto?, ¿distinto a qué?, ¿pediría una calada? o –y respeto todas las diferencias culturales que puedan pensar porque, entre otras cosas, yo soy tan diferente como él, ¿o no? – se metería corriendo en su cuarto pillándose la cola al cerrar la puerta.
Muy probablemente, esto último.
Sho, y tampoco tiene ningún mérito, estaría confraternizando con eso que echa humo y preguntando cómo se dice flai en mandarín, que no ha de ser muy distinto: Rha Uul, Nuestro hombre en Shanghai, ha de saberlo.
¿Rha Uuuuul?
¿Aló?
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Publicado el miércoles, 12 de enero de 2005, a las 18 horas y 23 minutos
[1] Chinooorrrrrllll. Al habla Rha Uul (oséase, Laúl): flai en mandarín se dice "chino", nosotlos le pusimos el nomble. Y si no hacemos más cosas es polque no quelemos. Pol ejemplo, con todos los chinos que somos, chingando sólo la mitad de ellos y haciendo clíos por doquiel, le quitaríamos el negocio a la Lenault (el que no lo entienda, que consulte el diccionario de cantonés y chistes malos). Pelo bueno, como este no lo hableis entendido os contalé otlo:
Un tipo llega a un hotel y le plegunta al administladol que ela un chino lecién llegado de Pekín, si tenia un cualto pala pasal la noche. El chino le lesponde que solo tenia un cualto en el décimo piso, pero ela donde dolmía su hija y se lo ofleció, no sin antes adveltil-le que si le pasaba algo a su hija, le aplicalía los 3 castigos chinos. El tipo le asegula que no va a pasal nada y acepta el cualto (hija del chino=geisha). En la noche, la tentación fue demasiado glande para el tipo (todos hemos oído hablal de los movimientos musculales vaginales olientales) y paso mucho tiempo con la hija del chino (pol aliba, pol abajo, pol delante, pol detlas...). En la mañana siguiente amanece con una piedla inmensa encima de su cuelpo y encuentla volando un papel que decia: plimel castigo chino: piedla encima de cuelpo. El tipo se levanta, calga la piedla y la tila pol la ventana (acuéldense que estaba en el décimo piso), pero de plonto encuentla volando otlo papel que dice: segundo castigo chino: piedla amalada a huevo delecho . El tipo no lo piensa 2 veces y se tila pol la ventana. cuando cayendo pol el quinto piso lee en otlo papel: telcel castigo chino: huevo izquieldo amalado a pata de cama.
Molaleja: no tilal los tejos a las chinitas (salvo que seais eunucos).
Adios, amigo Bluñulf. Un fuelte ablazo,
la cañita de España
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CAÑETE | 12/1/2005 20:55
[2] El Chinaflat hispano. "El barrio está que parece una pesadilla... Lleno de chinos por todas las partes... y por culpa del restaurante nuevo de la esquina...", Cañita Brava dixit, otro gallego de punto y aparte. Se debía referir a Usera, que es como el Chinaflat pero con Museo del Jamón. Eso sí, la china del restaurante no era una barbie pero casi casi... Me derretía cuando decía aquello de "lollito de plimavela? Vale!"... Del taller textil 24x7 de al lado hablaré otro rato, si me permite Don Matías...
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Fendetestas | 12/1/2005 22:11
[3] Nuestro pequeño saltamontes en La Alhambra. Caro Cañete: estás fatal. Pero, para que mentir, me he hechado una risa con la historia de la gallina y el huevo. Espero que La Perla sepa de este encierro: dele saludos de mis partes.
Y no se haga pasar por Nuestro hombre en Shangai. O en Shanghai. Bastante suerte tenemos con tenerle tan cerca (tan lejos) como para que nos la líe con esa impostada doble nacionalidad.
Salúdeme a Antonio Shrimp y tómese unas tapillas de casonsillo y berenjena a mi salud en Casa Julio.
Granada en el recuerdo. Usted y La Perla, en la piedra más alta de La Alhambra.
No deje de saludar mientras haya salud. Y deje alguna coquina para cuando vuelva.
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Matías Bruñulf | 13/1/2005 02:12
[4] Mondo Amarelo. Por supuesto, Fendetestas, deje correr la mancha amarilla. Ya decía Confucio que hay otros Chinaflat, pero están en éste.
Algún día habrá que dejar por escrito qué hubo antes de Chinaflat, cómo empezó mi vida como un chino...
Y, llegado ese momento, retrocederemos en el tiempo y nos plantaremos en un ¿restaurante? chino de Madrid que me salvó de la inanición. Pero eso fue hace años. Muchos años...
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Matías Bruñulf | 13/1/2005 02:19
[5] palacios antiguos. Me fui con Soo Wong hacia el sur este, fue largo pero no fue tan penoso. Al principio nos resulto extraño este ambiente porque se desprende del llano, lleno de chartarra. Nos acordamos de Bagdad Café cuando entramos en un sitio abierto para tomar té, frente a un negocio de tractores, la mecanica llega a todas partes, a cultivar, a cultivar... Soo Wong se quedo bastante callada pensando en la capital, su mente funccionaba de manera extraña, le costaba entraren su viaje...Luego entramos en los palacios antiguos, Soo Wong pensaba en la época Meiji, no le tenia odio a los japoneses porque su abuela nacio en Tokio, asi que tenia que asumir su doble nacionalidad, aunque siempre esta mal visto haberse juntado con el vecino del otro lado de la frontera.Soo Wong se sento donde otros habian conocidos placeres de la vida, se sento en un rincon y quiso quedarse sentada sin que yo entendiera muy bien el porqué. Nos habiamos ido de la capital y yo pensaba que la quietud de los palacios le iba a gustar mucho mas que los gases de los coches.
Los palacios del sur este nos enuelven en otra época,en otra civilizacion, otra cultura y al ver esta joya me pregunto Soo Wong, ? qué buscamos sino algunos placeres en esta vida, entre agua y rosas? Soo Wong y yo nos sentamos al lado de una fuente, y escuchamos la melodia del agua. El sol calentaba su piel blanca, pero ella no temio colorarse, se deleitaba con el concierto en directo de los chorros de la vida que brotaban como el movimiento de viento. Soo Wong se perdio en las leyendas, empezo a tener alucinaciones, las esculturas de las paredes empezaban a moverse ante sus ojos. las antiguas caligrafias la engañaban con juegos opticos, desde fuera se veia lo de adentro con mucha profundidad.Soo Wong se imaginaba amante del palacio, haciendo ella misma nuevas obras artisticas para adornar las paredes, plantar nuevos rosales. Soo Wong sabia que luego iba a echar agua caliente sobre estas flores para poder tomar un té de rosa con unos dulces. Usted se acuerda de las madalenas de Proust ? Piensa que le gustaba el dulce o el recuerdo del dulce?
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hunot | 13/1/2005 22:31
[6] Recordar. Mi infancia huele a humedad.
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Matías Bruñulf | 17/1/2005 10:57
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