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EN UN JARDÍN ACUOSO, CÁLIDO, RASGADO.. Soo Wong y yo nos sentamos al lado de una fuente, y escuchamos la melodía del agua. El sol calentaba su piel blanca, pero ella no temió colorarse. Se deleitaba con el concierto en directo de los chorros de la vida que brotaban como el movimiento de viento.
Palacios antiguos. De la metabitácora de Hunot.
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Publicado el domingo, 4 de septiembre de 2005, a las 3 horas y 32 minutos
[1] de chorros y cascadas. ... escupir como una cascada luminosa el pensamiento chocante o amoroso, o mimarlo -con la viva satisfacción de que da igual- con la misma intensidad que el zarzal, puro de insectos para la sangre bien nacida, y dorada de cuerpos de arcángeles, da su alma.
(Manifiesto DADA 1918 - Fragmento- , Tristan Tzara).
[2] Bello.
Comentado por
MB | 07/9/2005 10:37
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