[Bestiario.com] Mi vida como un chino. Cruzando el Atlántico

LA EMBAJADA DE CHINAFLAT EN LAVAPIÉS/MAD PRESENTA.... un acontecimiento único en Occidente que está para chuparse los palillos, una experiencia inédita que aúna intuición y gastronomía, traquea y valentía, exotismo e instinto, videncia y estómago. Hasta principios de octubre, en las mejores pantallas del planeta (y del alfaguara) tendrá lugar el
I Concurso Sinogastronómico Flavours from Chinaflat,
al que están convocados todos los lectores de MVCUC, que tendrán sólo que responder (pinchando en comentarios y dejando la solución por escrito) a una achinada, y no por ello difícil, pregunta sobre los misteriosos platos y alimentos que La Nachi y Matías Bruñulf degustan mano a mano, cuenco a cuenco.

Atención, pregunta: ¿Qué diablos (rojos) sujetan los grasientos deditos de La Nachi?

A todo esto, todos estos alimentos han sido gentilmente cedidos por la amiga (china, claro) de La Nachi, que acaba de llegar de su país y ocupa actualmente este apartamento lavapiesero que se alza a metro y medio bajo tierra. A la izquierda de estas letras, hay una imagen que se agranda con sólo hacer click sobre ella. Los que descubran de qué plato o alimento, procesado o no, se trata, entrarán en un sorteo de un suculento premio: un fin de semana en Chinaflat para dos personas, gastos excluidos y amarilleamiento garantizado. Cada día se publicará una foto. Cuántas más adivines, más probabilidades tendrás de ganar. Ésta es la tuya:

Mao o Muerte, pero con el estómago lleno.

Y, si te da tiempo, puedes votar a Mi vida como un chino, cada día se sitúa, gracias a todos vosotros, más arriba en el concurso de blogs organizado por el diario 20 Minutos. Haz click en este icono, rellena los datos e introduce la cartulina roja en la urna electrónica.

En fin, por concursar que no sea, o sea.

[15] Manos de gallina, huesos de pollo. A mí la parte inferior de este resto óseo, y empiezo a establecer una hipótesis, me recuerda al vientre de las polillas de "El silencio de los corderos". En este caso sería "El silencio de los pollos", o en su defecto "El silencio de los cerdos". Podrían ser los restos de unas típicas "Costillas de cerdo marinadas" con sus dos cucharadas de salsa de ostras, dos de salsa Hoisin, dos de salsa de soja clara, dos de salsa de soja espesa, y dos de miel, que es lo que seguramente le aportaría ese aspecto gelatinoso. Pero no. Es evidente que el extremo es una articulación del difunto animal (igual me paso de listo) así que no pueden ser costillas. Seguro que es el resto de un muslo de pollo con una mezcla de salsas, aunque ahora que lo pienso, la base del hueso se me antoja muy ancha para ser de un muslo. El rojo brillante podría provenir de una aceite picante o de una salsa de judias negras. Conclusión, que no tengo ni puta idea oiga.