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GOLPES A MI PUERTA (EN PLAN DON ALEJANDRO SADERMAN).. Ser un ser aséptico: that was my intention. Pero no. Aunque al principio sí (blanquito, sin pelos, sequito), llega un momento en el que saltas de la infancia a la posadolescencia, comiéndote cinco años de un bocado, y la asepsia se revela como una pueril utopía. Sí, he llegado hasta este ordenador húmedo (servidor, no la computadora). Entonces, me decido a hacer top less y el cable telefónico alcanza la otra orilla. Pero, de repente, llaman a la puerta. Cuelgo. Me visto. Abro. Un sobre. Cierro. Escribo:
Disculpa. A pesar de que el clima está loco, ha llegado el calor a São Paulo. Llego de la calle hecho un polo en manos de una colegiala (poco ávida con la lengua, cierto) y opto por quitarme la camiseta. Intento ponerme al día cuando ya es por la tarde, te llamo y me llaman (a la puerta). Como comprenderás, no está el patio como para recibir a nadie, aún siendo hermafrodita, como mi señora madre me trajo al mundo, col en mano.
Mañana te mando eso. Abrazos. Pese a todo, sigo sudando.
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Publicado el martes, 17 de enero de 2006, a las 18 horas y 14 minutos
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