[1] Atnn. Sr. Bruñulf. La única forma que se me ocurre en estos momentos de expresar la risa es con una imagen y esta no es otra que la de la taza de un water.
No me refiero a la tapadera, no, más bien me refiero a la base en la que depositamos plácidamente nuestros traseros (bueno, depende del lugar), esta base, la forma de su parte inferior es curva cual sonrisa. Si no me cree compruébelo usted mismo y me cuenta.

[2] Atnn. Sr. Bruñulf. Por cierto, dicha comparación tiene su historia, ya que por ella casi me expulsan del colegio, por, según la profesora, blasfemo, al comparar, en un ejercicio escrito, la sonrisa de la Virgen María con dicha parte del water.

[3] Ja, ja, ja. Me lo imagino perfectamente. Joder, cómo sería usted en el colegio, con las monjitas y los monjitos...

[4] Atnn. Sr. Bruñulf. Recuerdo en otra ocasión, siendo todavía más niño que ahora, en medio de una tensa confesión, digo tensa porque era todo un espectáculo, absurdé.
Uno se sentía presionado, y tensionado por ello, a seguir una línea recta totalmente curva, aburrida y con aristas.
Yo, siendo inocente e indefenso, tenía que protegerme de alguna manera, y claro, recurrí al absurdo.

En el mismo colegio había una capilla y el cura era nuestro profesor de religión. El caso, abreviando, es que nos hacía sentarnos en los bancos frente al altar y situaba una silla en el mismo. Entonces nos invitaba a subir al altar uno a uno, todo esto en silencio y bajo las atentas miradas del resto de los compis, en la mayoría de los casos super simpáticos, y nos invitaba a sentarnos en la silla.
No puede imaginarse lo poco que echo en falta semejante situación.
En esta temprana contribución al absurdo, lidiando, en espectáculo, con el exterior, me confensé por haber "matado insectos". El respetable cura me siguió el juego muy bien e incluso puso un gesto de gravedad que recuerdo perfectamente, y todo.
Él quedo contento en su línea y yo contento en la mia.

[5] (Sonriendo). Perón, no me pise que llevo ancas.

[6] O que levo anclas.

[7] Atnn. Sr. Bruñulf. Cómplices: "Son aquellas personas que auxilian al delito que se conoce se va a perpetrar por otros, a los que se ayuda por actos de preparación, sin tomar parte directa ni necesaria en la ejecución", Comares dixit.