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Publicado el viernes, 19 de mayo de 2006, a las 1 horas y 39 minutos
[1] Entrada al armario chino. Mi vestuario compuesto durante años en invierno y en verano por pantalones de pana, camisetas y jerseys de cuello vuelo en invierno o en verano, se está viendo invadido por vestiditos de etéreas telas de flores y por colores insólitos.
Para una europea la ropa china femenina es demasiado ´girlie´(o cursi, la verdad), así que a estas alturas me convierto en una señorita china, mi madre no podría estar más contenta.
Arte y moda aquí son todavía especímenes raros. Menos Dashanzi: antigua fábrica abandonada de armamento de la República Democrática Alemana estilo Bauhaus donde se han instalado estudios y galerías entre el polvo y el sonido de los pájaros. Un lugar remoto y bucólico para una ciudad como Beijing.
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BV | 19/5/2006 03:35
[2] Atnn. Sr. Bruñulf. ¡Atención que barniza cada huevo!
[3] Prefiero no imaginármela. Cierro los ojos.
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Matías Bruñulf | 19/5/2006 17:46
[4] Ja, ja, ja... Brigado.
Comentado por
Matías Bruñulf | 19/5/2006 17:46
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