DE LA FAMILIA DE LAS LILIÁCEAS.... Se llaman así dos mujeres peculiares que, desde distintas barricadas, han sacado adelante diversos proyectos etílico-culturales. En Cádiz,
la primera regentó La Canela, un interesante espacio que dio cabida a diversas expresiones artísticas. Ella, realmente, era en sí misma toda una obra. Desde Madrid,
su tocaya proyectó a los cuatro vientos sus propuestas vanguardistas como responsable de Experimentaclub. Antes, cantante de Mil Dolores Pequeños. Durante, fotografió a todo Mao desde la taquilla del Alfil. Ahora, con Mastretta, sigue dando el cante. Ambas las dos se llaman Ajo. Y ayer, durante el concierto de Motores en el Fun House, mi segunda ídem, me acordé de esas dos mujeres. La culpa la tuvo la bacanal gastronómica koreana que nos marcamos O Careca, O Cabeludo, Pedro & Isabel y servidor. Por cierto, la punk roquera solista de Motores se llama Talita. Suena a material explosivo y, sin duda, es la bomba. Como el ajo, vamos.