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ORO PEQUEÑO.. Fernando, antes de que el chorro llegue, percibe la extraña superficie del agua estancada en la porcelana. Intuye entonces la presencia de un hombre, otro, en la residencia, el polvo imaginado, la carrera al baño, todavía el rastro de la sangre, dentro. Escucha el viento colarse por una raja de hueco de ventana. La ese de sí. Ya Fernando evacúa y todo, abajo, se revuelve. Y las burbujas que no son burbujas, sino hilo dental. Sonríe pensando que Roberto no está en su cama cuadrada sudando la almohada y vuelve a sonreír, porque ahora sí, la espuma en el cuello de la taza y, sobre todo, ese olor, soportable, que se le cuela por las retinas. A lo lejos, al lado de la ese de sí, nordés, suena Mi prima y sus pinceles y la botella de licor café mengua, erguida.
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Publicado el martes, 29 de agosto de 2006, a las 7 horas y 38 minutos
[1] Hermoso. Qué cousa mais linda...
Comentado por
Mari | 29/8/2006 11:44
[2] Atnn. Sr. Bruñulf. ¿Qué carayo?
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