[1] Sin comentarios. Todavía aquí, a punto de coger el AVE, recuperándonos de este fin de semana increíble. El concierto de ayer, antológico: urge crónica.

[2] Atnn. Sr. Bruñulf. Había oído que existen personas de todos los tipos y para todos los gustos, pero ayer conocí a una persona/o en la que su particularidad o déficit social consistía en que no se sabía si era hombre o mujer. No exagero ni un mínimo. Esta persona era consciente de ello y decía que se abstenía en lo que a sexo se refiere. Está en un hilo de algodón sin saber qué hacer, pues ¿para qué decantarse? Uhmmm, curisoso.

[3] Si yo fuera Brett Anderson... Me gustan las personas ambiguas.

[4] Brett. es lo más.

[5] Doctor, siento androginia en la garganta. Nunca olvidaré, como tampoco lo olvidé al siguiente día, aquel concierto en la extinta Sala Caracol (Madrid), donde presentó el Head Music.

[6] Como diría Brett Abnderson.... "Soy un bisexual que nunca ha tenido una relación homosexual". Obsession in my head...

[7] Atnn. Sr. Bruñulf. Una vez leí una entrevista a Brett en la que decía, literalmente, que en materia de inclinaciones sexuales todo es mucho más resbaladizo de lo que se pudiera imaginar. Sin embargo, en otra, negaba ser homosexual. ¿Era Brett un vulgar product manager?

[8] AB, AA, BB, BA... Bueno, ya iba yo a contestar a Nude cuando Brigado reaparece.

Antes de nada, buenísimo lo de Nude: siempre pensé que ése era el título de su primer disco: "¡Qué bueno es el Nude!", por ejemplo, cuando en realidad se trataba de la discográfica.

A ver, haber...

A mí me resbala con quien se vaya el (tío) bueno de Brett a la cama, pero si mi evasión del infierno, de cualquier infierno, dependiese de una respuesta, diría, sin poner la mano en el fuego, que al chaval, supongo pero afirmaría, también le va el mambo.

Americano, ya no sé...

[9] gracias R´N´R. Es una suerte querido Matías que exista la música y nos proporcione la excusa de juntarnos, nunca olvidaré el olor que todos vosotrosdejásteis en el bar, me gustaría embotellarlo y que perdurase siempre.
Viva el sobao pasiego y los gallumbos a rayas como dios manda.

[10] Qué bien me lo paso... acompañadito. Había una canción preciosa que solía poner mi padre, cuando era crío, en el flamante Toshiba que se había subido mi Tío M de la mili en Ceuta: creo que se titulaba Ágata y tenía un estribillo bello. Me hace gracia, ahora, lo de Ágata.

Joder, claro que disfrutamos con la música, pero también con el factor humano. He visto las fotos ayer por la noche, de pasada, y hay alguna simpática: yo ya sabía que el Chuckón tenía madera de estrella.

En ellas, sobre todo en las del domingo, estamos relajados, felices, en paz. La calma después de la tormenta, y ojalá todos los rayos, truenos y centellas fueran así.

Ejem: los calzoncillos (no eludáis ahora responsabilidades, bellacos -y bellacas: esto del género es lo que tiene-) eran cosa fina, cierto, pero el dueño, además de ilustre, no lo era menos. El dueño, para quien no lo sepa, no soy yo, obviamente.

Y sí, la verdad es que fui demasiado bueno y os dejé algún sobao huerfanillo por ahí suelto. Dejad que crezca, dejad, que ya le buscaré un buen destino cuando vuelva.

¿Por qué me invitaréis de nuevo, verdad?

¿Aló?

MB

P.S.- Ágata, veo que le estás pisando los talones a Ferrán Adriá. ¿Pero a qué no hay cojones -bueno, ni ovarios: digo esto el sábado por la noche y me cortáis los ídem- a qué no hay lo que tiene que haber para rebozar los efluvios etílicos en nitrógeno?