|
|
RESACA VIRTUAL. Voy a pedir daños y perjuicios a los guionistas.
Ayer fui a ver una peli de esas románticas en las que la chica siempre encuentra a su chico.
Salí engatusada. Hipnotizada y he de reconocer que feliz.
Pero en algún momento entre el semáforo y el garaje de mi casa, recibí una dosis de realidad, que me hizo pasar de la felicidad virtual a la más cruel tristeza individual.
En las películas te ponen un caramelo en la boca, que en mi caso, siempre me le he encontrado desenvuelto, partido y podrido, pero que en las pantallas y en ese asiento tan envolvente te hace sentir como en sueños, como si eso a ti te pudiera pasar de verdad.
Pero luego, sientes y piensas: ¿Dónde está el mío? ¿Dónde está ese hombre que me va a encandilar? ¿Dónde está mi media naranja?
Quizá ya esté exprimida o en Japón en viaje de negocios, o quizás a punto de embarcar.
Yo quiero el libro de reclamaciones... y le quiero ¡YA!
Publicado el miércoles, 11 de enero de 2006, a las 15 horas y 18 minutos
|