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SUEÑOS (IV). El mundo estaba dominado por la química. Todos estábamos controlados por diferentes tipos de drogas, que hacían que nos comportáramos de una forma u otra. Cualquier tipo de relación afectiva o sexual no existía, y además, era delito. Sólo el Presidente del Mundo tenía derecho a mantener relaciones sexuales, con quien quisiera y cuando quisiera.
Yo intentaba saltarme esta prohibición, lograba deshacerme de los inhibidores sexuales, y casi llegaba a consumar. Justo cuando estaba a punto de convencer a un espécimen de sexo opuesto, la Policía Sexual entraba por la fuerza en mi casa, me detenía y me llevaban ante el Presidente.
Toda esta parte del sueño tiene una explicación más o menos lógica, porque antes de dormirme me había leido Congreso de Futurología, de Stanislav Lem, y el futuro que pinta tiene algo que ver con eso.
Lo que no acabo de entender es porqué el Presidente del Mundo, follador único y macho plenipotenciario, era Mario Alberto Kempes...
Publicado el miércoles, 4 de julio de 2007, a las 23 horas y 30 minutos
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