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CUERPO!. Gracias a un sinfín de músculos y nervios, los ojos no se me han salido de las órbitas al ver a esos nadadores de perfil, de espaldas y de cara. ¡Qué diseño, qué agarré, qué belleza!
¡Qué simposio de adrenalina y endorfinas!
Una no está acostumbrada ante tal manifestación de la divinidad humana. Tendrán sus peros y sus pros, pero ¡Qué PROSPEROS son!
Horas sumergidos en agua. Paladas y brazadas. Constancia. Esfuerzo... ¿Dónde habré puesto mi carta a los Reyes Magos? ¡Yo quiero uno de esos!
Tiene sus ventajas el no tener chimenea, y sí una gran puerta. No me cuesta nada imaginar a mi regalo de principio de año, atascado y no precisamente por el lazo.
Qué me lo dejen en la puerta, y que no se preocupen por las instrucciones de uso, que las lleva puestas. ¡Qué lujo!
Un Picasso... un Kandisky... un Cellini...quizá se adjudiquen por más, pero no sé que me da, que la tasación de esa divinidad, supera con creces cualquier subasta real.
Lo tengo muy claro: Yo quiero invertir en ese ARTE moderno.
Publicado el lunes, 6 de marzo de 2006, a las 15 horas y 22 minutos
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