|
|
ME ENCANTAN LOS ORIENTALES.... por inmortales y por sospechosos.
Da igual que no sean los mayordomos, son los que siempre chillan: ¡Quiaaaaa!
En una película de artes marciales un desestresado pero estreñido figurante, nos comunicaba que llevaba su contrincante nueve años sin hablar.
El motivo, para purificar su alma.
Yo, en ese momento, di al PAUSE, y guarde unos momentos de silencio. Pensé en ese hecho, y acto seguido, tras haber conseguido desatascar con calma, no sólo mi alma, sino también mi aura, me vi constatar que con gracia, templanza y sin ningún ohhhhhMMMM que valga, soy capaz de acelerar y lograr, lo que los súbditos nipones o chinos consiguen en siglos y lustros de paciencia, obediencia y perseverancia.
¿Cómo lo sé? ¿Cómo lo logro? Gracias a la velocidad terminal que me aguanta.
Explicado a los profanos y sin utilizar formulas matemáticas, sería un compendio de:
“No me acuerdo, pero acelero" +
“ Rápido que no tengo tiempo”
------------------------------------------
“Porque me da la gana”
Que traducido a un lenguaje más correcto vendría a significar: Es imposible que la frase “Callada estás más guapa” tenga una base legal, científica y exacta, por lo que afirmo que con unos segundos sin hablar, sólo consigo atascar mis neuronas y perder agilidad. Por lo que si hay que situarse, me sitúo en la frontera de: IMPOSIBLE CALLAR, junto al país de NUNCA JAMAS.
¡Nueve años sin hablar!
¡Qué perfección gestual!
Nueve segundos ya sería para mí una proeza... prometo con el nuevo año chino, intentar... seamos serios, si cuando balbuceaba ya parecía una metralleta de palabras... además, no dicen que el que calla otorga...
¿Aceptar sin luchar? ¿Consentir, reconocer, asentir... sin combatir?
¡Ya... QUÉ MÁS!
Publicado el miércoles, 22 de marzo de 2006, a las 15 horas y 10 minutos
|