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LARS VON TRIER RÍE. En El jefe de todo esto. Y un servidor también. Incluso a mandíbula batiente. Y es que resulta difícil evitar la carcajada en esta pieza maestra del humor del absurdo elaborada mediante la siguiente receta. Ingredientes: arquetipos desmitificados, giros argumentales imprevistos y ciertas dosis de parodia «dogmática». Cocción: a fuego lento. Sírvase: con unas gotas de coña beatífica, como diría el poeta. Sin embargo, al salir de la sala y escuchar los comentarios del público, este cronista intuye que Jardiel Poncela habría fracasado igualmente en nuestros días. Parece que el mundo ya no está para comedias inflamables, aunque sean tan enloquecidas y delirantes como la que propone el danés. Entonemos un réquiem por el gran Gambini.
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Publicado el lunes, 2 de abril de 2007, a las 22 horas y 04 minutos
[1] Está en cartelera ahora??. Me vendría bien algo asi... Apetece al leerte.
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