www.bestiario.com/luces/d.php?id=76

COMO UN PULPO EN UNA REFINERÍA. Así se sentirán muchos de los espectadores que acudan a ver La vida secreta de las palabras el último largometraje de la realizadora catalana Isabel Coixet. Quienes están acostumbrados a la interesante filmografía de la directora tal vez esperen encontrarse, como suele ser común en su cine, con una película sobre amores soterrados y sobre personajes heridos que ocultan sus sentimientos tras una coraza protectora. Con todo, aunque ése tal vez sea el tema de fondo de la película que nos ocupa, cabe subrayar que ahora la manera de plasmarlo en imágenes es, cuando menos, bizarra. De hecho, en La vida secreta de las palabras conviven dos películas distintas, cada una con sus imperfecciones, que no llegan a cuajar en un todo coherente.

El primer argumento, sin duda el más cercano, relata una historia de atracción entre una enfermera centroeuropea un pelín retraída (Sarah Polley) y su paciente, un hombre que ha sufrido graves quemaduras tras un incendio en la refinería de petróleo en la que trabajaba (Tim Robbins). En este plano el filme de Coixet no logra convencer por su excesivo tono discursivo, ya que los personajes principales, en vez de dialogar, suelen emitir prolijos monólogos a dos bandas que, además, tienen algo de fábula moral con corolario. Predomina, pues, un tono mortecino que habitualmente invita al aburrimiento. Sin embargo, en ocasiones la película remonta el vuelo con inesperados estallidos de humor (las impagables apariciones de Javier Cámara, los espectáculos musicales) o con apuntes líricos apenas esbozados (las hermosas imágenes que muestran las dependencias vacías y la cubierta de la planta petrolífera).

No obstante, cuando uno está a punto de congraciarse con la historia principal, Coixet cambia de rumbo bruscamente sin darse cuenta de que el giro de timón la lleva no sólo a la deriva, sino al naufragio. Porque, de repente, la directora se propone explicar el comportamiento de la protagonista con una referencia a la guerra de la antigua Yugoslavia que parece salida de un capítulo especial de «Documentos Tv». A partir de este momento, el grado de verosimilitud que la realizadora había intentado mantener durante el metraje anterior se pierde irremediablemente en una enumeración, no por detallada menos conocida, de las atrocidades que conlleva todo conflicto militar. Además, a Coixet parece darle pena finalizar su película, por lo que cree oportuno dotarla de cuatro o cinco epílogos (este cronista perdió la cuenta en el tercero) que sólo contribuyen a poner a prueba la paciencia del espectador. Así, lo que en principio parecía un estudio frío sobre la imposibilidad de comunicación, acaba por convertirse en un folletín entre lacrimógeno y cursi que ayuda más bien poco a salvar el filme de la quema. Por no hablar de esa seudolírica voz en off de cariz sobrenatural que le da la puntilla a la narración.

Permítanme un último consejo. Si quieren ver una buena película de Coixet sobre la dificultad afectiva en la sociedad contemporánea, alquilen Cosas que nunca te dije. Si quieren ver un análisis riguroso de la guerra en los Balcanes, alquilen Underground, de Kusturica, Before the Rain, de Manchewski, o La mirada de Ulises, de Angelopoulos. Y sólo si quieren ver una más que dudosa mezcla entre ambas vertientes argumentales, paguen la entrada de La vida secreta de las palabras.


Vótame



convocado por:
20minutos.es



[Versión para imprimir] [Enviar]

Publicado el sábado, 29 de octubre de 2005, a las 12 horas y 21 minutos


[1] Pues una que tacho. Se me acumula el trabajo en el cine, y esta era una de las que pensaba ver, pero otra vez gracias por la crónica y por las grandes recomendaciones que haces al final de la misma. Por ahora esta la cambio por Pesadilla antes de navidad 2, esta noche toca. :)
Comentado por David Gil | 31/10/2005 13:45






Ilustración de Toño Benavides
L M X J V S D
1 2 3
4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16 17
18 19 20 21 22 23 24
25 26 27 28 29 30
  
  





Bitácoras de Bestiario.com:
Afectos Sonoros | Cómo vivir sin caviar | Diario de una tigresa
El mantenido | El ojo en la nuca | Fracasar no es fácil
La cuarta fotocopia | La guindilla | La trinchera cósmica
Letras enredadas | Luces de Babilonia| Mi vida como un chino



© Bestiario.com 2004
bestiario@bestiario.com

Un proyecto de TresTristesTigres