LECHE, CACAO, AVELLANAS Y AZÚCAR.... La Canija y El Largo no me dirigen la palabra, pero a mí me suda el palillo. Como yo les hablo en voz cada vez más alta, supongo que no se trata de un problema de mudez sino de oído. Ahora bien, a pesar de su sordera galopante, vista y gusto no se han visto alterados.
La Canija y El Largo, después de ver como me relamo los labios cada tarde, se han comprado, copy and paste, un bote de Nutella. No soy celoso, pero todavía no entiendo por qué la guardan en la nevera.
En fin.