DESUBICADOS. En estas fechas, la naturaleza se distorsiona. Los animales, por ejemplo, no están donde tienen que estar. Hay
pingüinos que desembarcan de pronto en Río de Janeiro, y
polillas que atacan a los espárragos de Tudela.
No sólo los animales. En las islas Fidji se ha encontrado a una familia de Basauri, totalmente despistada. Y en Uruguay la policía ha localizado a un donostiarra, setero por más señas, que tendría que estar ahora husmeando en los hayedos de Leiza.