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EL SECRETO DEL SECRETO. Günter Grass y las SS. Apenas es una anécdota, pero la gente se lanza como panteras a por el bocado apetitoso. Leo también sobre el secreto de ZP y su mili: se libró no se sabe cómo, aunque hay una pista: su suegro era entonces teniente coronel.
La farándula rosa nos ha contagiado esto de los secretitos. No son de alcoba, ni siquiera de Alcobendas, pero la maruja que todos llevamos dentro saca los dientes, se relame y quiere su parte. Esto es como el tabaco: habría que avisar en todos los medios de comunicación: "Marujear puede matar"
Publicado el miércoles, 16 de agosto de 2006, a las 12 horas y 11 minutos
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