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APARECE EL BUEY. Cuenta Antonio Palermitano que el rey aragonés Alfonso V El magnánimo leía casi a diario a Titio Livio, Julio César y Virgilio y que de los saqueos de las ciudades que conquistaba sólo le intresaban los libros.
Cuenta también que "oyendo una boz que vn Rey Despaña solia dezir: que no conuenía al varon generoso y noble saber letras, dizen que como espantado de oyr tal cosa respondió: por cierto essa era boz de buey y no de hombre".
De boz, bozal.
Publicado el viernes, 8 de junio de 2007, a las 11 horas y 58 minutos
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