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AVISA A LA BISAGRA. Ser partido-bisagra es hoy lo más inteligente. No es fácil conseguirlo: no hay que pasarse de votos ni tampoco quedarse corto. Lo justo para ser bisagra.
Todos vuelven los ojos hacia ellos. Los partidos mastodónticos necesitarán esos pocos escaños o concejales para no quedarse fuera. El partido-bisagra se deja mimar, coquetea con unos y con otros, saca tajada. De la nada, un presidente de Parlamento, unas consejerías, unas suculentas concejalías, y todo poniendo cara de hacer un favor.
Yo defiendo a los partidos-bisagra. Tienen la virtud de poner en ridículo a los grandes. Y, una vez hecho el pacto, pueden quitar la bisagra cuando quieran y la puerta se descuajeringa.
Los sociólogos tienen trabajo.
Publicado el martes, 19 de junio de 2007, a las 11 horas y 54 minutos
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