UNA PANTERA EN BILBAO. Como ocurrió hace dos años, una pantera negra
aterroriza a los nobles vizcainos. En 2003 apareció en la zona de la antigua central de Lemóniz, y alguien pensó que podría tener que ver con una mutación genética provocada por lo nuclear. Ahora reaparece en Górliz, donde veranea por cierto nuestro vecino de blog El Mantenido. Con esto no estoy acusándole: sólo hago constar un hecho. Que se ande con cuidado.
Movilizadas las fuerzas de seguridad y expertos varios, ni rastro de la pantera. Mientras tanto, se multiplican los testigos, que narran su singular experiencia de toparse con el felino. "Me miró fijamente a los ojos", dice uno aún asustado, y es verdad que los felinos te clavan su felina mirada. Otros, más escépticos, aventuran que se trata de un "gato grande", de los que al parecer "hay muchos" por la zona.
Eso cuadra más con Bilbao. La pantera, si existe, parece que es pequeña ("me llegaba a la altura de las rodillas", asegura uno de los observadores). Grande debería de ser si fuera de Bilbao. Me quedo con el Gato Grande, negro y sanguinario, tan del estilo de Poe.