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MÉDÍCATE, BLOGUERO. El otro día, en un lugar del blog de cuyo nombre no quiero acordarme, alguien sugería aviesamente que tomaba vitaminas (¡o anfetaminas!) para multiplicar los efectos alucinógenos de este blog. Pues bien. Él lo ha querido. Reproduzco la medicación que tomo actualmente:
* Invectivine 600: para defenderse de los idiotas. Aumentar la dosis en sentido proporcional a las idioteces.
* Palindromina: una dosis en el desayuno. El día en que tomé dos me salió este engendro: "Aparta a Bob, anúlalo, acude ágil a la meta, Ugo: Guatemala liga, educa o la luna boba atrapa".
* Cesarvidalium (supositorios): con uno, escribes un libro al día, con dos, dos, y así sucesivamente.
* Vilamatasec (aerosol): aporta ese toque misterioso y genial que te falta.
* Coelhotil 5.500 (intravenoso): machaca los virus correspondientes.
* Melgibsona (crema): ayuda a poner caretos en circunstancias trágicas o paradójicas.
* Lorigamid (jarabe): para escribir moderno.
* Frenagaladol: mejor en grageas. Efecto: lo que su nombre indica.
* Babeliazac (inhalador): para entender los suplementos culturales. Aplicar muchas veces mientras se están leyendo.
* Googlelín (pastillas masticables): para hurtar fotos, información no contrastada y otros elementos digitales indispensables para sacar adelante el blog "con dos googles", como se dice ahora.
* Bloguerstán: para vencer la recurrente tentación de cerrar el propio blog y dedicarse a enredar en los ajenos.
Hay más, pero me lo callo.
Publicado el lunes, 2 de abril de 2007, a las 9 horas y 09 minutos
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