CÉSAR VIDAL. Va camino de batir los récords de Simenon (190 novelas, una cada cuatro meses). Le da a todo: historia, novela, ensayo, diccionarios, prólogos, prensa-radio-televisión...
A los que nos cuesta un kilo de sudor publicar un libro, César Vidal no puede caernos bien. Reconocemos su sobrenatural capacidad de trabajo, su sabelotodismo, su omnicomprensión, su nosequé. La desmesura engendra envidia y una sensación de que el saber enciclopédico no puede ser bueno. No leeremos más a
César Vidal, salvo quizá a escondidas.